LAS CAUSAS TRADICIONALES DE LA ENFERMEDAD

Uno de los más elevados propósitos de la medicina china es ayudar a las personas a vivir en armonía con el Tao, el Camino de la Naturaleza. Las enfermedades que todos experimentamos alguna vez forman parte de ese Camino. Avanzamos a través de una serie de desequilibrios, mayores o menores, igual que el clima, que se manifiesta en el cambio de las estaciones, y que algunas veces es duro, violento, impredecible, pero aun así, es parte de la armonía general de la naturaleza. Nuestras enfermedades son una oportunidad para aprender de nosotros mismos, para cambiar y mejorar nuestro estilo de vida. En Occidente, nuestros intentos por desterrar ipso facto la enfermedad de nuestras vidas echan a perder las posibilidades reales de mejora que nos aportan estas enfermedades.
Confundimos los síntomas de una enfermedad con la enfermedad misma. Nuestras drogas medicinales, un arsenal de analgésicos, antibióticos, antiinflamatorios, antihistamínicos y antidepresivos, con todos sus efectos colaterales, eliminan y confunden la clara expresión del cuerpo cuando nos dice que algo no está bien dentro. Sea cual sea el camino que emprendamos, nuestra constitución tiene sus límites: sólo podemos ir tirando así por algún tiempo.
La medicina tradicional china relaciona lo que ocurre en nuestros cuerpos con nuestras vidas y con nuestro entorno. Interpreta los síntomas y los signos como una muestra de la desarmonía subyacente, pero acepta estos cambios como fundamentales. El tratamiento con shiatzu restaura el equilibrio y la armonía.....
Si entiende las causas de la enfermedad podrá interpretar los síntomas y signos particulares que el cuerpo produce como indicios de la desarmonía, la persona enferma puede hacer los ajustes que adelanten su recuperación y mejoren su salud y resistencia. Esto puede implicar cambios de dieta, actividades o actitudes - maneras habituales de estar en el mundo o de realcionarse con él -. De esta manera, la enfermedad puede usarse como catalizador de un cambio positivo.
La gravedad de los síntomas refleja la fuerza de la enfermedad en relación con la resistencia en relación con la resistencia del paciente y el grado de lucha entre ellos.
Las personas débiles son sensibles a influencias adversas leves. Sus síntomas tienden a ser leves aunque sean más persistentes. Pero si el Ki y la sangre son fuertes y la mente floreciente, la persona puede tener más capacidad de adaptación para enfrentarse con situsciones extremas.
Por el contrario, las exigencias excesivas de trabajo, la tensión emocional, una dieta pobre o el no protegerse del clima, pueden arrollar y vencer incluso a los individuos más fuertes. Sus enfermedades suelen ser más espectaculares, pero cortas, por cuanto se recuperan con rapidez.
El libro del SHIATZU.

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