DI NO






Di NO a lo que no quieres.
Pero dilo con un solo NO.
No te enredes en nada más.
Cuando luchas mucho contra lo que no quieres, ocurre lo contrario a lo que esperas: alimentas con tu energía, con tu rechazo, con tu emoción, a esa falta de creencia en ti, y todo eso acaba manifestándose en tu realidad.
Lo que tú crees que no eres, es decir, esa falta de creencia en ti, en tus posibilidades, se manifiesta en personas, situaciones y cosas que te limitan, que te impiden avanzar, que te tratan con desprecio, que te envidian y desean que fracases.
Todo eso con lo que te educaron cuando te decían "no vas a ser alguien de provecho en la Vida", "la gente se va a reír de ti", "eres un mal hijo", son programas, instrucciones con los que funciona tu inconsciente, tu forma de ser, así que los argumentos que tienes en tu contra, independientemente de quién te los dijo, ya los has hecho tuyos, y se están manifestando en todo eso que no quieres.
Aprender a decir NO en estos momentos, para romper con las situaciones que tienen que ver con tus negaciones y no con tus afirmaciones, es algo muy necesario.
Pero, como te digo, basta un solo NO.
Si lo que haces es ponerte a discutir, si te enfrentas, si debates, si luchas contra esas voces que hablan de lo que tú hablas a nivel inconsciente, lo único que conseguirás es hacerlas más grandes.
Esas negaciones que existen en ti, lo que tú crees que no puedes alcanzar ni conseguir, Resuenan en personas que no creen que tú seas capaz de alcanzar ni conseguir nada, y cuanto más las trates, más pensarán en cómo crecerse por encima de ti para que tú no alcances ni consigas nada.
La pregunta es: ¿sabes cuándo sucede eso, cuando no alcanzas ni consigues nada? Pues cuando estás perdiendo el tiempo luchando contra tus negaciones, que te han ganado la partida, y te han puesto a recordar tus viejos patrones de "no sirvo, no valgo, no puedo, no alcanzo".
Ganan tus negaciones si las alimentas. Es fácil.
También hay gente que se queda ahí, ad eternum, hasta el fin de los tiempos, pensando que el otro es el malo, luchando una estúpida guerra que ya me dirás tú para qué cojones sirve.
Decía Gandhi que «la tristeza de la separación y de la muerte es el más grande de los engaños».
No hay separación con el otro, el otro es uno mismo, un reflejo de lo que uno verdaderamente es, así que quedarse luchando contra el reflejo ÚNICAMENTE LO HACE MÁS GRANDE.
Al intentar crecer por encima de él, haces que crezca como tú. Es tu reflejo.
Si quieres que desaparezca lo que no quieres, di NO. Aprende a decir "hasta aquí". Y una vez lo hagas, no vuelvas sobre ello.
Que tus palabras, sagradas, estén cargadas de ese poder definitivo y trascendental para crear una nueva realidad.
Ver las imágenes de origen
Carlos Burgos

Comentarios