¿QUE ES EL ENVEJECIMIENTO?
¿Qué es el envejecimiento?
El envejecimiento se caracteriza por ser un proceso dinámico e inevitable en el que tienen lugar una serie de cambios tanto físicos como psicológicos y sociales. Sin embargo, y a pesar de ser una etapa del ciclo vital, no se produce al mismo tiempo ni se manifiesta de la misma manera en todas las personas. Hay que saber que en el envejecimiento no solo se producen déficits y pérdidas de las capacidades, también existen funciones que se mantienen e incluso otras que pueden llegar a mejorar. Existen diferentes factores que ejercen influencia en este proceso dando lugar a tres posibles tipos de envejecimiento: envejecimiento normal, patológico y óptimo.
¿Cuáles son las diferencias entre envejecimiento normal, patológico y óptimo?
El envejecimiento normal tiene lugar por el paso de los años, existiendo diferencias entre unas personas y otras en este proceso. Se producen cambios graduales tanto a nivel biológico como psicológico y social. De forma general, durante el envejecimiento normal se producen algunos cambios como fallos de memoria, cambios físicos como la aparición de arrugas, algunos cambios sensoriales como pérdida auditiva, etc.
El envejecimiento patológico, por otro lado, se caracteriza por los cambios que se producen como consecuencia de determinadas enfermedades como la enfermedad de Parkinson o la diabetes, entre otras, o por los hábitos de vida inadecuados como el abuso de alcohol entre otras causas y que, por tanto, se clasifican fuera de lo que cabría esperar para el envejecimiento normal. Algunas de las posibles causas de este tipo de envejecimiento son reversibles y sus efectos pueden ser mitigados.
Por último, el envejecimiento óptimo se entiende como aquel que tiene lugar en las mejores condiciones posibles tanto físicas como psicológicas y sociales. Se trata de un tipo de envejecimiento que cursa con mínimas pérdidas de las capacidades así como una mínima probabilidad de desarrollar patologías. Es importante que las personas mayores cuiden su salud tanto física como mental realizando ejercicio físico de forma regular, con una alimentación equilibrada, respetando las horas de sueño, entrenando el cerebro mediante ejercicios cognitivos, o entrenamiento cognitivo, etc. De esta forma se consigue mantener su autonomía y autoestima y las relaciones interpersonales positivas mejorando su bienestar y calidad de vida.
Dado que el envejecimiento no se produce de la misma forma en todas las personas ni al mismo tiempo, es importante que, ya desde adultos e incluso antes, las personas promuevan un envejecimiento activo, fomentando los hábitos de vida saludables y entrenando las capacidades cognitivas, siempre para evitar un envejecimiento patológico o el desarrollo de una demencia.
¿Cómo hacer frente al declive cognitivo?
Cuando hablamos del declive cognitivo propio de la edad o del envejecimiento, el tratamiento no es propiamente dicho un tratamiento que revierta los procesos propios de esta etapa de la vida, sino que va más orientado a paliar las incipientes alteraciones que se van produciendo. Estas alteraciones se dan, esencialmente, en el funcionamiento de las capacidades mentales y cognitivas siendo las más frecuentes:
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Memoria: registra, almacena y elicita las distintas experiencias, ya sean ideas, imágenes, acontecimientos, etc
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Velocidad de procesamiento: capacidad que establece la relación entre la ejecución cognitiva y el tiempo invertido. Permite procesar información de forma rápida y automática.
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Atención: capacidad de generar, seleccionar, dirigir y mantener un nivel de activación adecuado para procesar la información relevante.
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Percepción: codifica y coordina las diversas sensaciones elementales para darles un significado.
Para prevenir el desarrollo de un envejecimiento patológico u otros trastornos, entre los que se encuentra el deterioro cognitivo leve o la demencia, se debe fomentar un envejecimiento saludable y óptimo mediante diferentes estrategias y ejercicios de estimulación cognitiva.
Memoria: registra, almacena y elicita las distintas experiencias, ya sean ideas, imágenes, acontecimientos, etc
Velocidad de procesamiento: capacidad que establece la relación entre la ejecución cognitiva y el tiempo invertido. Permite procesar información de forma rápida y automática.
Atención: capacidad de generar, seleccionar, dirigir y mantener un nivel de activación adecuado para procesar la información relevante.
Percepción: codifica y coordina las diversas sensaciones elementales para darles un significado.
Fuente: salud y bienestar.
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