EL ARCO (QiQong)
Abrir el arco para disparar al halcón
A nivel energético, activamos el meridiano de pulmón, lo que
favorecerá todas sus funciones, esto es gracias al movimiento de los
brazos, puesto que el meridiano de pulmón se inicia en el tórax y
finaliza, recorriendo el brazo, en el pulgar y a la apertura que se debe
realizar al “tensar el arco”, activamos el meridiano de Ren Mai. El
movimiento horizontal de extensión y relajación abre y cierra la
caja torácica masajeando suavemente los pulmones. La parte anterior del
tórax estimula la glándula del timo. Fortalece los riñones y el Dai Mai
(vaso cintura), situado en la cintura. Una de las funciones del Riñón,
en Medicina Tradicional China, es la de fortalecer los huesos y esta
posición, ayuda a aumentar la producción osea.
La emoción asociada al pulmón es la tristeza, así pues, este ejercicio, alivia la tristeza, mejora la depresión y la melancolía. Aporta ganas de vivir. Mejora el sistema inmune, prepara al cuerpo para el invierno, mejora todas las afecciones del sistema respiratorio. Fortalece las piernas. Agudiza la vista. Fortalece los huesos y la columna vertebral, evitando la aparición de osteoporosis. Beneficia la correcta circulación de Qi de los meridianos de las piernas, tanto de los Yin (Riñón, Hígado y Bazo) como de los Yang (Estómago, Vesícula Biliar y Vejiga). Mejora la lateralidad del cerebro (buena comunicación de los dos hemisferios cerebrales). Vigoriza el cuerpo. Aumenta la fuerza de voluntad.
Su ejecución sería de la siguiente manera:
Ejecución: Se abren las piernas al igual que un jinete. Se estiran las rodillas y se cruzan las manos en el pecho. Miramos hacia un lado y empezamos ha separar los brazos, simulando estar tirando una flecha. Al mismo tiempo vamos flexionando las rodillas. Es muy importante que las rodillas no sobrepasen la perpendicular a las puntas de los pies, y la espalda siempre se mantenga recta, mirando al frente. Y finalmente apuntamos con el dedo índice, levantándolo, y mirando al dedo con el ojo del mismo lado. Osea si apuntamos a la izquierda, solo miraremos con el ojo izquierdo, cerrando el derecho y apuntando al dedo con el índice levantado. Estiramos las rodillas y los dos brazos suavemente, y vamos recogiéndolos en forma circular, hasta volver a situarlos en el pecho.
Respiración: Al flexionar se empieza a soltar el aire hasta el punto de máximo vacío que seria apuntar. Al estirar rodillas y empezar a recoger brazos, empezaremos a inspirar hasta llevar las manos de nuevo cruzadas en el pecho.
Esto se considera una serie completa y se recomienda repetirla de tres a ocho veces de acuerdo a la capacidad física del practicante y a su dominio sobre los movimientos que se ejecutan.
A continuación os dejamos un vídeo para mejor visualización del movimiento:
La emoción asociada al pulmón es la tristeza, así pues, este ejercicio, alivia la tristeza, mejora la depresión y la melancolía. Aporta ganas de vivir. Mejora el sistema inmune, prepara al cuerpo para el invierno, mejora todas las afecciones del sistema respiratorio. Fortalece las piernas. Agudiza la vista. Fortalece los huesos y la columna vertebral, evitando la aparición de osteoporosis. Beneficia la correcta circulación de Qi de los meridianos de las piernas, tanto de los Yin (Riñón, Hígado y Bazo) como de los Yang (Estómago, Vesícula Biliar y Vejiga). Mejora la lateralidad del cerebro (buena comunicación de los dos hemisferios cerebrales). Vigoriza el cuerpo. Aumenta la fuerza de voluntad.
Su ejecución sería de la siguiente manera:
Ejecución: Se abren las piernas al igual que un jinete. Se estiran las rodillas y se cruzan las manos en el pecho. Miramos hacia un lado y empezamos ha separar los brazos, simulando estar tirando una flecha. Al mismo tiempo vamos flexionando las rodillas. Es muy importante que las rodillas no sobrepasen la perpendicular a las puntas de los pies, y la espalda siempre se mantenga recta, mirando al frente. Y finalmente apuntamos con el dedo índice, levantándolo, y mirando al dedo con el ojo del mismo lado. Osea si apuntamos a la izquierda, solo miraremos con el ojo izquierdo, cerrando el derecho y apuntando al dedo con el índice levantado. Estiramos las rodillas y los dos brazos suavemente, y vamos recogiéndolos en forma circular, hasta volver a situarlos en el pecho.
Respiración: Al flexionar se empieza a soltar el aire hasta el punto de máximo vacío que seria apuntar. Al estirar rodillas y empezar a recoger brazos, empezaremos a inspirar hasta llevar las manos de nuevo cruzadas en el pecho.
Esto se considera una serie completa y se recomienda repetirla de tres a ocho veces de acuerdo a la capacidad física del practicante y a su dominio sobre los movimientos que se ejecutan.
A continuación os dejamos un vídeo para mejor visualización del movimiento:
Fuente: Qi Qong Valencia
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