La vejez ya no llega a los 70
¿Cómo ha evolucionado el pensamiento social respecto al aumento de la esperanza de vida? De la mano de la fundadora del Instituto del Envejecimiento de la Población de la Universidad de Oxford y otros investigadores intentaremos responder a esta pregunta.
¿Somos una sociedad que discrimina a las personas de más edad? ¿Qué visión tenemos de la vejez? La fundadora del Instituto de Envejecimiento de la Población de la Universidad de Oxford, Sarah Harper, denuncia que vivimos en sociedades, las occidentales, en la que esta discriminación es frecuente.
Esta actitud reproduce sus implicaciones. La tercera edad de hoy es más longeva, mientras que el deterioro de nuestras capacidades se ha vuelto más lento: alcanzamos una edad más alta con un mayor grado de autonomía. En este sentido, Sahar Harper expone que la vejez ya no llega a los 70 sino que llega al convertirnos en dependientes.
Naciones Unidas estima que de aquí a 2050, la proporción de la población con 60 o más años de edad aumentará en todos los países. La cantidad de personas de 60 o más años en los países en desarrollo ya es el doble que en los desarrollados. Y la ONU prevé que esa relación llegue a tres a uno en 2030 y cuatro a uno en 2050.
«Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena».-Ingmar Bergman-
La vejez ya no llega a los 70
Un grupo de investigadores del CSIC debate sustituir la barrera estadística de los 65 años por un umbral móvil ligado a la esperanza de vida. Por comodidad estadística, desde hace más de un siglo se trabaja con la idea de que la vejez empieza a los 65 años porque ese umbral fijo coincidía con la edad de jubilación.
La realidad es que no dejamos de ganar esperanza y calidad de vida. Así, las personas de 65 años de hoy no tienen que ver con las de antes.
Los 65-70 años actuales son como los de 55-60 años de generaciones anteriores, afirma Antonio Abellán, investigador del departamento de Población del CSIC y director del portal Envejecimiento en Red.
Tanto él como otros investigadores del CSIC han decidido abrir un debate sobre la necesidad de redefinir el concepto de viejo o, como mínimo, la edad de inicio de la vejez.
Una de las propuestas que plantean es que la entrada en la vejez la marque un umbral móvil vinculado a la esperanza de vida restante, de modo que ser o no ser viejo no dependa de los años que figuren en el carnet de identidad sino de los que a uno le queden por vivir.
«La posición social del clasificado como viejo no es la consecuencia de su envejecimiento físico o psíquico, sino por su posición en relación con el mercado de trabajo y las relaciones y estructuras que este determina, el espacio taxonómico de la ancianidad no tiene nada de biológico ni de natural, sino que es el resultado de una construcción social que tiene aspectos tanto práctico-legales como imaginarios y representacionales».-Delgado, 2003-
Sociedades envejecidas: mitos, desafíos y oportunidades
Demógrafos y sociólogos apuntan que antes de adoptar medida política alguna relacionada con el umbral de la vejez, hacen falta más investigaciones sobre cómo se viven esos últimos quince años previos a la muerte.
Estos estudios nos servirían para determinar cuándo se inicia el proceso de discapacidad de muchos ancianos, y si esa discapacidad se está retrasando como apuntan algunos estudios estadounidenses.
De los informes publicados periódicamente por el Observatorio de Personas Mayores en España, se desprende que entre el 70 % y el 80 % de los actuales mayores (personas con más de 65 años) son autónomos e independientes funcionalmente.
De la misma manera que algunos definen la vejez con un criterio cronológico y dicen que empieza a los 65 años con la jubilación, otros estudiosos marcan su inicio con un criterio funcional. Establecen que la persona mayor es vieja cuando es incapaz o está limitada psíquica y socialmente.
Un barómetro realizado en el año 2009 por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre esta cuestión mostraba que el 28,7 % de la población española sitúa la entrada en la vejez pasados los 70 años, mientras que el 25,3 % lo hace pasados los 65, y el 17,3 % entiende que el ser una persona mayor no depende de los años.
En este sentido, se echa de menos un cambio sociocultural en la visión de la sociedad en relación al envejecimiento. El mundo se está volviendo más viejo que antes, mientras que ser viejo tampoco es lo mismo que antes.
«Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario».-Arthur Schopenhauer-
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