Plásticos desechables en tiempos de coronavirus
El coronavirus ha complicado la forma de realizar nuestras compras sin plástico. En la mayoría de los comercios no permiten llevar nuestros propios envases reutilizables, que hasta grandes cadenas de supermercados, habían empezado a aceptar. En los sitios de comida para llevar tampoco se puede y en las pocas cafeterías que hay abiertas no permiten las tazas reutilizables. Hasta la gigantesca cadenaStarbucks ha prohibido su uso.
Además, parece más seguro comprar todo envasado que a granel. Es lógico, tenemos miedo de contraer la enfermedad o infectar a otras personas. Nos hemos quedado con el mensaje de que toda precaución es poca. Está bien ser cautos y hacer lo que esté en nuestras manos para controlar la pandemia, pero no por estar en una crisis debemos de olvidarnos de otras.
La industria del plástico no ha perdido la oportunidad para sacar tajada. La Asociación de la Industria del Plástico de Estados Unidos ha escrito una carta al Departamento de Salud Estadounidense (FDA) pidiéndoles “que hagan una declaración pública sobre los beneficios de salud y seguridad observados en los plásticos de un solo uso y denuncien las prohibiciones de estos productos como riesgo para la seguridad pública”.
En la carta hacen referencia a tres estudios no muy fiables, uno de ellos está financiado por el American Chemistry Council (que representa a las industrias de plástico). Los resultados muestran que las bolsas de polipropileno reutilizables pueden contener bacterias y que los usuarios no las lavan con mucha frecuencia. Pero los autores no afirman que existan amenazas relacionadas con la salud por los tipos y niveles de bacterias encontradas. Sugieren que se laven más a menudo, no que se reemplacen con bolsas de plástico de un solo uso.
En Estados Unidos algunas ciudades y estados han levantado las prohibiciones de bolsas de plástico. Incluso en New Hampshire han prohibido el uso de bolsas reutilizables. Cuando el propio Departamento de la Salud de Estados Unidos indica que “no hay evidencia de que los alimentos o envases de alimentos estén asociados con la transmisión de COVID-19.”
En Europa, la industria también ha mandado una carta a la Comisión Europea solicitando que retrasen al menos un año la implantación de la Directiva para la reducción del impacto de plásticos en el medio ambiente y que levanten todas las prohibiciones de artículos de plástico de un solo uso.
Lo que evidentemente no nos dice la industria es que según un estudio el virus puede permanecer hasta tres días en el plástico. No se trata de ser alarmistas, pero plástico no es sinónimo de limpieza y seguridad en estos casos. Queda mucho que investigar y sin duda hay que dejarse aconsejar por la ciencia, lo que no podemos es dejar que la industria sea la que dicte a los gobiernos lo que hay que hacer. Ni a que a los ciudadanos nos creen miedos injustificados.
Los científicos advierten que la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la agricultura industrial y el cambio climático aumentan el riesgo de pandemias como la que estamos viviendo.
Una mayor biodiversidad significa que las especies, y los virus, tienen menos posibilidades de alcanzar una posición dominante. La deforestación y una menor biodiversidad significan la desaparición de especies que pueden actuar como barrera y que, al perder sus hábitats, muchos animales se acerquen más a poblaciones humanas en busca de refugio o comida.
Las industria del plástico es responsable del 3,8% de las emisiones de carbono y se calcula que para el año 2050 va a ser responsable del 13% de ellas. Por lo que no solo se trata del problemas que crean los plásticos cuando acaba en los medios naturales. Evitar los plásticos de un solo uso ayuda a reducir la contaminación, disminuir la extracción de petróleo y gas y dejar de gestionar un montón de residuos innecesarios.
Lleva mucho tiempo crear nuevos hábitos como individuos, y sobre todo como sociedad. Ha llevado muchos años a que nos acostumbremos a llevar la bolsa reutilizable a la compra, a que nos concienciemos y reduzcamos el uso del plástico desechable. Aunque con mucha lentitud, poco a poco parece que íbamos en la dirección correcta. Esperemos que esto no sea una excusa para volver a los viejos hábitos. No nos dejemos influenciar por los mensajes de la industria, que está claro cuáles son sus objetivos.
Y si por tiempo a nivel doméstico tenemos que utilizar más plásticos desechables de lo habitual no es motivo de preocupación, nos podemos desviar un poco el camino, pero lo que no podemos perder es el rumbo.
Las encuestas son esperanzadoras, el 65% de los encuestados en diferentes países consideran que es importante que se priorice el cambio climático en la recuperación económica después del coronavirus. En el Reino Unido el 48% de los encuestados está de acuerdo en que el gobierno tendría que responder la cambio climático con la misma urgencia que lo ha hecho con el coronavirus.
Esperamos que esta crisis nos ayude a comprender lo frágiles que somos como personas, lo frágil que es el planeta y cómo todo está interconectado. El futuro será sostenible o no será.
Fuente: Vivir sin plástico
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