"SI APRENDES A DISFRUTAR DE LA SOLEDAD ES UN LUJO"

Francie Healey, socióloga y consejera de salud y bienestar Tengo 50 años. Nací en Massachusetts y vivo en Nuevo México, EE.UU. Tengo dos hijos. Me entristece el actual clima político y la profunda polaridad y división entre las personas de mi país y en el mundo. Necesitamos más flexibilidad y tolerancia colectivas, humildad y voluntad de escucha Víctor Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet VÍCTOR AMELAIMA SANCHÍSLLUÍS AMIGUET “Si aprendes a disfrutarla, la soledad es un lujo” LV “Si aprendes a disfrutarla, la soledad es un lujo” 54 IMA SANCHÍS 23/09/2020 00:54 Actualizado a 23/09/2020 11:30 Tribus de un solo miembro Hay una palabra surcoreana que define la tendencia global a vivir solo. Los honjok (tribu de uno) nacieron tras años de competición forzada en una economía en desaceleración, de falta de oportunidades laborales y de movilidad social, y como una forma de rebeldía ante la tradición de formar jóvenes familias. Hoy los honjok son legión, rechazan los valores colectivistas de la sociedad surcoreana y optan por una vida solitaria. Healey decidió investigar esa elección. En Honjok. El arte de vivir en soledad (Libros Cúpula), explora los beneficios que aporta una vida en soledad, la libertad que nace desde dentro y el autoconocimiento que permite una conexión más auténtica con los demás. “No puedes sentirte solo si te gusta la persona con la que estás a solas”, decía Wayne Dyer. Qué aprendió trabajando en un hospital psiquiátrico? Que en el fondo todos queremos ser vistos y amados sin condiciones. Considero que nuestras luchas surgen de un sentido muy profundo de indignidad que debemos trabajar en soledad. ¿Cuándo empezó a reflexionar sobre la soledad? Toda mi vida. Recuerdo que cuando era niña me sentía sola en mi mundo incluso en medio de mi familia y amigos. Supongo que me sentí invisible e incomprendida. Es un sentimiento bastante común. El persistente estado de soledad es una crisis de salud. Las investigaciones de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. relacionan el aislamiento social y la soledad con un mayor riesgo de enfermedades mentales y físicas: cardíacas, obesidad, sistema inmunológico debilitado, alzheimer, depresión e incluso la muerte. ¡...! En el 2018, el primer ministro británico lanzó la primera campaña nacional para poner fin a la soledad, calificándola de “uno de los mayores desafíos de salud pública de nuestro tiempo”. Pero la soledad no es lo mismo que estar solo. El honjok , ¿es otra cosa? Es un término reciente que surgió y se puso de moda entre los jóvenes de Corea del Sur y que se comenzó a usarse como un hashtag para identificarse como solitario. Hon es la abreviatura de honja (solo), y Jok significa tribu. Honjok significa literalmente “tribu de uno”. ¿Otra forma de vivir? Los honjok optan por realizar actividades solos y aprovechar al máximo su independencia. Han entendido que si aprendes a disfrutarla, la soledad es un lujo. En Corea del Sur se impone la comunidad sobre el individuo. Sí. Los jóvenes hacen frente a la presión de formar una familiar tradicional, a menudo renunciando al matrimonio. Los honjok han tomado la decisión consciente de vivir solos, comer solos ( honbap significa comida para uno) y pasar tiempo disfrutando de actividades solos. ¿A qué responde este movimiento? A la frustración. Después de años de competir dentro de una economía lenta, además de carecer de oportunidades laborales y movilidad social, muchos sintieron que no tenían más remedio que elegir la vida honjok, pero luego esa vida les resultó satisfactoria, y el fenómeno crece. Entonces, entran en conflicto con la sociedad tradicional. Sí, sus abuelos y sus padres se casaron muy jóvenes y se espera que los millennials también lo hagan, sin embargo esa no es la tendencia. La tasa de natalidad de los surcoreanos está entre las más bajas del mundo con solo 95 niños nacidos por cada 100 mujeres y, según algunas estimaciones, se enfrentan a una “extinción natural” para el 2750. ¿Cuál es el número de hogares unipersonales en Corea del Sur? En Seúl representa casi un tercio de todos los hogares, con un 31,6 %, según datos de abril del 2019, y solo se prevé que aumente. Para el 2026, se estima que los hogares unipersonales aumenten al 36,3 % del total de hogares del país según Statistics Korea. ¿Qué sabe de otros países? ¿Es un movimiento que se extiende? Corea no está sola en este movimiento. En EE.UU. por ejemplo los hogares unipersonales son más comunes que nunca: el 28% de los hogares en el 2018. En Reino Unido y Suecia, cada vez más personas viven solas. En Suecia, 1,8 millones de personas, o el 39,2% de todos los hogares, que ya en el 2017 representaban el 17,8%. ¿Es una nueva moda? Todo apunta a que vivir solo va a convertirse en la característica más duradera del mundo desarrollado contemporáneo. El mundo hiperacelerado y conectado ¿nos empuja a la soledad? Así es. En una época en la que las personas a menudo se sienten presionadas para actuar, una vida honjok puede darles el espacio y la libertad para perseguir sus propios intereses y encontrar la paz internamente. Es una oportunidad de escapar de las masas. Pero la soledad no es saludable. La soledad no; estar solo sí lo es. Estar solo es necesario para la autorreflexión y la autoaceptación, para liberarse de las opiniones de los demás y para saber qué quieres. Según mi investigación, honjok va más allá de un estilo de vida; es una forma de estar en este mundo. Una mujer que vive sola en Tongyong lo expresó muy bien. ¿Qué le dijo? Me explicó que el gran descubrimiento de estar sola y encontrarse a sí misma por primera vez fue una especie de iluminación. Su soledad mejoró sus relaciones con los demás porque pudo ser más auténtica y menos superficial. Me dijo que se sentía menos sola, incluso cuando estaba sola, siendo fiel a sí misma. ¿Le va a usted el honjok ? Creo que nos invita a cultivar un sentido de conexión y plenitud dentro de uno mismo que se convierte en una manera de estar, sin importar lo que suceda en tu vida. Una vida honjok nos ofrece la oportunidad de explorar quiénes somos fuera de nuestras normas sociales y culturales establecidas, hoy tan invasivas. Fuente: Lavanguardia.com

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