Las secuelas postcovid en el cerebro que ha descubierto ahora en Albacete el prestigioso Tomás Segura: “Los pacientes no se lo inventan”


Un estudio con marca Albacete revela cómo afectan los síntomas de COVID persistentes en el ámbito neurológico.

Las consecuencias del COVID-19 siguen estando muy presentes en muchos de los pacientes que hicieron frente a esta dolencia. Un rastro del coronavirus que ha llevado a muchos albaceteños a visitar a sus médicos para compartir con los especialistas los múltiples síntomas que continúan padeciendo años después de la aparición de la enfermedad. Pacientes con todo tipo de sintomatología, han pasado también por las consultas externas del Hospital de Albacete,  donde se ha desarrollado un novedoso estudio que ha arrojado luz sobre este tema. Tomás Segura, Jefe del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario de Albacete ha realizado un completo trabajo junto a su equipo, gracias al que han podido analizar a pacientes que presentaban síntomas de COVID persistente.


Este estudio realizado sobre los pacientes con síntomas de COVID persistente arroja unos importantes resultados para el análisis de esta infección en el ámbito neurológico. El 48% de los pacientes que presentan síntomas de COVID persistente tiene un déficit de la memoria episódica, mientras que un 27% sufre un deterioro de la función cognitiva cerebral, que se puede observar en funciones como la atención, la memoria, la velocidad del pensamiento o la fluidez verbal, según este minucioso trabajo con marca Albacete, encabezado por el prestigioso doctor Tomás Segura.

Este estudio ha concluido que entre un 2,5% y un 28% de las personas infectadas por COVID en su momento, presentan síntomas de COVID persistente, es decir, mantienen sintomatología que afecta a diversas partes del organismo, aún no teniendo la enfermedad. Tras estudiar la situación cerebral de 83 pacientes que aquejaban síntomas neurológicos después de hacer frente al coronavirus y analizarlos mediante resonancias magnéticas, se puede decir que estas personas presentan “una corteza cerebral más delgada de lo habitual y una clara alteración de la sustancia blanca del cerebro”, tal y como explica Tomás Segura a El Digital de Albacete.


“Las correlaciones entre el estado cognitivo y las anomalías cerebrales revelaron una relación entre la conectividad alterada de las regiones de la sustancia blanca y las deficiencias de la memoria episódica, la función cognitiva general, la atención y la fluidez verbal”, como detalla el minucioso estudio descriptivo sobre las consecuencias neurológicas del COVID persistente en los pacientes.


¿Qué ocurre en el cerebro de los pacientes con COVID persistente?

El estudio con sello albaceteño ha estado encabezado por el doctor Tomás Segura, Jefe del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete y financiado por el Instituto de Salud Carlos III. La finalidad de este trabajo científico es analizar qué ocurre en el cerebro de los pacientes con COVID persistente. Son muchos los análisis que se presentan en este ámbito, ya que son muchas las personas afectadas con el síndrome post-COVID. “Lo especial de nuestro trabajo es que hemos hecho un estudio neurológico muy complejo de todos los pacientes que aquejaban este síndrome, con tests que duraban dos horas y media”, tal y como detalla el neurólogo albaceteño Tomás Segura a El Digital de Albacete.

“El principal hallazgo es que los pacientes con síntomas post-COVID no se inventan sus síntomas y tienen claramente afectada la memoria episódica”, señala el experto, que añade que “existen alteraciones de algunas funciones del aspecto intelectivo que van más allá de la memoria, lo que llamamos función ejecutiva”. Como resultado principal, cabe destacar que “lo que más alterado tienen estos pacientes es la atención y la fluidez verbal”, tal y como manifiesta el doctor Segura.

“Lo novedoso es que no hemos hecho el estudio comparándolo con valores de normalidad, sino que lo hemos comparado con nuestros valores”, señala el experto, que matiza que los pacientes con los que se ha trabajado “no son personas escogidas al azar, sino que son personas que pasaron el COVID en la misma época que otros pacientes. De hecho, la mayoría son las parejas del cónyuge que se quejaba, y sin embargo ellos no desarrollaron post-COVID”. 

Los transtornos neurocognitivos en el síndrome post-COVID

La finalidad de este minucioso trabajo es resolver el gran enigma, que no es otro que conocer “qué esta pasando en el cerebro de una persona que recibe una infección por un virus concreto, cuando esa misma infección, seguramente el mismo día y de la misma cepa, causa un problema médico a la persona que convive contigo pero no deja secuelas del post-COVID”,  señala el neurólogo de Albacete.


La complejidad de este estudio determina que “hay trastornos neurocognitivos en el síndrome post-COVID”, tal y como matiza el Jefe del Servicio de Neurología de Albacete, que añade que también se ha analizado a estos pacientes a través de resonancias funcionales. “Si tú vas al médico con síndrome post-COVID y el médico te explora, no va a encontrar ninguna anomalía”, asegura el especialista.

Para elegir a las personas que forman parte del estudio, “tenían que quejarse de algo que afecta al sistema nervioso”, explica el Jefe de Neurología del Complejo Hospitalario de Albacete, que especifica que “el paciente con post-COVID neurológico se queja de que no piensa bien y de la fatiga, entre otras muchas cosas más como insomnio, diarreas o ansiedad. El motivo de consulta no son ni uno, ni dos, sino muchos”.


“Los pacientes no se inventan los síntomas”

Para llevar a cabo este estudio, “lo que hemos hecho es explorarlos en la camilla con resultados normales, después les hacemos una resonancia cerebral, con resultados normales”, explica el neurólogo, que manifiesta que “muchas respuestas que les han dado anteriormente a estas personas es que ‘se han asustado’ por el COVID”. Una afirmación que desmiente este estudio, que confirma que “estos pacientes tienen alteradas algunas funciones del aspecto intelectivo y no se inventan los síntomas”, como manifiesta el doctor Segura.

“Nosotros hemos utilizado técnicas que permiten ver cómo es la conductancia del cerebro y cuál es su grosor”, explica Tomás Segura, que indica que “hemos visto que en una parte muy concreta del cerebro de los pacientes, en una región del lóbulo temporal izquierdo, en la sustancia negra en la corteza cerebral, existe una atrofia”. “Si es una atrofia leve no se ve, pero cuando lo metes en un programa de Inteligencia Artificial, te dice que los pacientes que tienen la misma edad, tienen más adelgazada esta zona del lóbulo, no por casualidad, sino que está relaciona con lo que habíamos visto como trastorno neurocognitivo”, asegura el Jefe del Servicio Neurológico de Albacete. 


“Esas mismas técnicas de resonancia funcional las aplicamos a la conductancia de las neuronas, a través de los axones, en lo que llamamos sustancia blanca del cerebro”, apunta el doctor, que especifica que en esta región “hemos visto que la sustancia gris estaba alterada en una pequeña zona, sin embargo, la sustancia blanca sí que está muy afectada en todos los pacientes, pero no la forma, que es normal, sino en su funcionamiento”. Cabe destacar, que estas técnicas, como las resonancias funcionales, “lo que miden es el funcionamiento del cerebro”, como señala el neurólogo albaceteño Tomás Segura.

“Cuanta más alteración tenga la sustancia blanca, peor piensa el paciente”

Como pequeño resumen, el estudio arroja unos claros resultados sobre el síndrome post-COVID, que concluye que “si haces una correlación estadística entre los pacientes que están peor en atención y los que están peor en fluidez verbal, la correlación es completa”, como explica Tomás segura, que zanja que “cuanta más alteración tenga la sustancia blanca, peor piensa el paciente”.


Por tanto, se puede decir que “lo que está generando el síndrome post-COVID es una dificultad para que los pacientes pongan a funcionar correctamente áreas y circuitos neuronales distales, que cuadran con lo que aquejan los pacientes”, manifiesta el doctor albaceteño, que asegura que “cuando el paciente dice ‘yo no soy el que era’, tiene razón. Realmente tienen más dificultades para que su cerebro ponga a funcionar a la vez las zonas distales”.

Este estudio supone un paso muy importante que se ha dado desde nuestra ciudad en el estudio del síndrome post-COVID y un hito importante para el Hospital de Albacete, que cuenta con un equipo de neurólogos, entre los que se encuentra el doctor Tomás Segura, que aportan su granito de arena para continuar con la investigación del COVID-19, que a día de hoy sigue afectando a muchas personas.

Fuente: Noelia López - El Digital de Albacete

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