“Grandfluencers”: quiénes son y por qué han revolucionado las redes sociales

Intercambiar memes o comunicarnos con nuestros padres, tíos y abuelos a través de redes sociales está cada vez más a la orden del día. Y es que, pese a la brecha digital, las generaciones mayores se han integrado rápidamente a las nuevas tecnologías, especialmente quienes cuentan con la ayuda de sus hijos o nietos.

Si bien estamos familiarizados con las rutinas, los looks y los viajes compartidos en redes sociales por los Millennials y la Generación Z, las plataformas como Instagram o TikTok están abriéndose a perfiles más veteranos. Estos usuarios comparten sus tendencias de moda, recetas y su día a día, adaptándose a los cambios de la época mientras aprovechan su experiencia y sabiduría acumulada.

Se les conoce como “grandfluencers” y cada vez están ganando más terreno en las redes sociales. ¿Sigues alguna cuenta con este perfil? En esta guía te contamos quiénes son, vemos algunos ejemplos y detallamos por qué han revolucionado el paradigma social. ¡Empezamos!




 ¿Quiénes son los “grandfluencers”?

El neologismo “grandfluencer”, viene de las palabras en inglés grand (prefijo que se emplea para generar la palabra abuela o abuelo), e influencer (persona de influencia en redes sociales). Este concepto hace referencia a las personas mayores de los 60 años, o con edad suficiente para ser abuelos, que cuentan con miles de seguidores en Instagram o TikTok, redes sociales especialmente populares entre las generaciones más jóvenes. 

Esta nueva generación de influencers mayores de 60 años ha redefinido el concepto de influencer tal y como lo conocemos. Han sabido aprovechar esa sabiduría que procede de tantos años de experiencia para conectar con el público de una manera más cercana y auténtica. Y con las marcas también.

La revolución de los influencers mayores de 60 en las redes sociales

Los hábitos de consumo han sufrido una gran transformación en los últimos años y el crecimiento de los “grandfluencers” ha evidenciado la influencia que los grupos demográficos no hegemónicos están teniendo en un contexto de cambio cultural con predisposición a dar voz a la diversidad y la inclusión.

Los influencers mayores de 60 años han conseguido redefinir el perfil tradicional de los influencers, al demostrar que la edad no es un impedimento para construir una comunidad leal de seguidores y generar contenido de calidad. Algunos de ellos incluso reúnen a millones de seguidores que conectan a diario con sus contenidos. 

Son el ejemplo de que el éxito en las redes sociales no tiene límites y que cualquier perfil puede convertirse en un referente en su campo de interés. Y como comentábamos, de esto las marcas también están al tanto y confían en sus contenidos para llegar a su público objetivo.

Una tendencia globalizada

En nuestro país contamos con varias cuentas de “grandfluencers”. Una de las caras más conocidas es Guadalupe Fiñana que la podemos encontrar en Instagram bajo el reconocible nombre de Abuela de dragones. Su nombre de perfil viene de un vídeo que se viralizó en el que reaccionaba, en directo, a un capítulo de la serie “Juego de tronos”. 

A partir de ese momento, la sevillana de 88 años ha visto crecer su comunidad de alrededor de 600 mil seguidores; ha ganado el concurso “Masterchef Abuelos” y ha publicado su propio libro de recetas de cocina. Muchas marcas se han hecho eco de sus contenidos de cocina y lifestyle para vincular sus valores de empresa y llegar a más comunidad.

Otro caso de “grandfluencer” española es la Yaya Mari Carmen, que ha conquistado a sus más de 200 mil seguidores en Instagram y casi 400 mil en TikTok con sus vídeos de humor costumbrista junto a su nieto. Muchas marcas se han vinculado con las emociones positivas que despierta entre los usuarios de estas redes sociales para promocionar sus productos o servicios. La naturalidad y la cercanía parece ser la clave del éxito en estos casos.

Esta tendencia se puede apreciar a nivel nacional como a nivel internacional. Podría ser un reflejo de una población en tendencia al envejecimiento que huye cada vez más del edadismo y está marcada por los cambios culturales y tecnológicos a nivel global. 

En el paradigma internacional, podemos destacar a Aki and koichi, una pareja de japoneses jubilados que se han ganado a los usuarios de Internet con sus videos de estilo mostrando los “outfits of the day”. Su aventura por el mundo del Social Media resulta ser una cooperación intergeneracional, puesto que su hija fue quien les animó y les ayuda en la actualidad a gestionar sus cuentas. En poco tiempo, la pareja ha ganado más de 600 mil seguidores en Instagram y 200 mil en TikTok, cifras que siguen creciendo día a día. 

En Estados Unidos encontramos la cuenta Retirement House, una parodia que resalta la tendencia de vivir y envejecer juntos para generar más contenido en sus redes sociales. Entre sus vídeos más visualizados podemos ver desde memes, hasta los bailes más habituales de TikTok.

Recapitulando, rompiendo estereotipos con los “grandfluencers” 

Los «grandfluencers» no solo ofrecen entretenimiento en las redes sociales, sino que desafían los estereotipos al demostrar que las plataformas digitales no son exclusivas de la Generación Z o los Millennials. Más allá del humor, su éxito radica en la autenticidad y en los valores que transmiten, actuando como modelos a seguir y fuentes de aprendizaje debido a su actitud frente a la vida y su experiencia. 

Esta nueva generación de influencers, en su mayoría mayores de 60 años, está redefiniendo el panorama de las redes sociales. Su enfoque en el envejecimiento activo no sólo inspira a otros de su generación, sino que también capta la atención de un público más joven y de las marcas, siendo una herramienta muy valiosa para la construcción de imagen de las marcas. Aquellas que se asocian con “grandfluencers”, transmiten un mensaje de inclusión y autenticidad. Estamos ante un verdadero hito generacional en el mundo de la influencia digital, donde la edad ya no es un impedimento, sino un activo que añade credibilidad a las narrativas digitales.

Fuente: VidaCaixa

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